Hay noches irrepetibles, como la de ese 2 de octubre de 1965, cuando se grabó Live in Seattle, la joya que permaneció oculta por casi 60 años



Hay noches irrepetibles, como la de ese 2 de octubre de 1965, cuando se grabó Live in Seattle, la joya que permaneció oculta por casi 60 años
Steve Coleman desde un comienzo promovió con pasión una sensibilidad panafricana según la cual, en esencia, todas las músicas son una sola.
El artista revolucionario jazzístico presenta una visión de algo que puede ser mejor de lo que es, sobre la base del respeto a la libertad.
En 1997, Roy Hargrove seguía sorprendiendo. Cuando ya se le tenía bien identificado como neobebopero, llegó con una música totalmente distinta.
En las últimas semanas de su vida, Jimi Hendrix se ocupó con un proyecto de big band bajo la dirección de Gil Evans. Éste lo llevó a cabo.
Con la película ‘Round Midnight, Bertrand Tavernier cumplió coherentemente con todas las instancias que lo hicieron artista y maestro.
Como pionero en la amalgama con el jazz, la síncopa usada por Bodenheim impulsó las imágenes poéticas con un feeling absolutamente moderno.
Hay mujeres que aman mientras cantan, Diana Krall es una de ellas. Aprovecha esta circunstancia y la funde con el espíritu musical del jazz.
Con The Last Poets, la poesía sería un arma para sus ideas políticas. Y sus textos rimados envueltos por el funk, jazz y ritmos africanos.
Un grupo humano en busca de su razón de ser dejó patente el compromiso social y artístico de una galardonada autora llamada Toni Morrison.