557. Protagónicos y otros (Pequeños homenajes)

Por Sergio Monsalvo C.

Del año 2020, en el que todos vivimos en peligro (pero algunos no lograron superarlo), hoy recordamos los nombres de aquellos que se fueron por entonces de manera silenciosa, sin recibir el obituario justo debido a la densidad mortal que distrajo de ello.

Los recordamos, así como a las canciones que ya no pertenecen únicamente a la historia del género, sino que de manera protagónica o incidental forman parte de nuestro ser musical, igual que los cambios de humor que han provocado en nosotros. Son esos nombres y temas que vuelven y que acaban conformando una familiaridad que a unos y a otros les van gestionando la memoria y las emociones. Este pequeño homenaje es para todos ellos.

El afilado colmillo del productor Don Costa hizo que Trini López (nacido en Dallas, Texas, en 1937) grabara su debut discográfico en vivo, tal como lo había escuchado e impresionado con su mezclado estilo (que luego sería imitado por diversidad de músicos). El álbum Trini López at PJ’s (1963) contenía la variedad genérica que le gustaba interpretar al cantante: folk estadounidense, rockabilly y temas latinos.

Del listado de canciones sobresalió “If I Had a Hammer” (una pieza luchona de Pete Seeger) que lo catapultó de ahí a la fama, al cine, a la TV, a las Vegas (con altibajos) y desde entonces nunca dejó de grabar ni de presentarse como entertainer, hasta su desaparición a los 83 años.

Una vez que el doo-wop, ese subgénero derivado del rhythm and blues, desembarcó en New Jersey, fueron los italoamericanos, en específico, quienes lo tomaron para sí y lo unieron a sus propias tradiciones vocales. Pulularon entonces los cuartetos por doquier. No había bar, club o auditorio, donde no se presentaran formaciones de dicha naturaleza ambientando a los públicos tanto nativos como vacacionales.

Sin embargo, fue el de Frankie Valli & The Four Seasons el que destacó sobre todos los demás. Y el que impuso las pautas a seguir de lo que sería una marca del estado con registro de autenticidad en el origen. De sus integrantes, Gaetano «Tommy» DeVito falleció el 21 de septiembre.

Millie Small nació en Jamaica en 1946, en una plantación de caña de azúcar. Muy pronto (a los 12 años) se convirtió una cantante y compositora popular en su entorno jamaicano. Eso llamó la atención del excéntrico productor Chris Blackwell, quien se convirtió en su tutor legal y la llevó a Londres para preparar su lanzamiento discográfico. En 1964 apareció el sencillo “My Boy Lollipop”, que resultó un fenómeno masivo.

Para la historia de la música tuvo un gran significado, debido a que ella fue la primera cantante en obtener el éxito con el estilo bluebeat, un género musical emergente en la Jamaica de la época, antecedente directo del reggae, que repercutió en todos los rincones de las islas británicas (como ska) y provocó el desarrollo musical con su influencia sonora. Millie Small murió el 5 de mayo de 2020, en Londres.

Daniel Bevilacqua (nacido en1945, en Francia), fue conocido por el nombre escénico de Christophe, cantante y compositor. Como tal siempre estuvo localmente un peldaño por debajo en índice de popularidad de compatriotas como Johnny Hallyday, Sylvie Vartan o Serge Gainsbourg, en una época en que la música gala adquirió relevancia en el mundo entero.

Sin embargo, y remitiéndonos únicamente a su canción “Aline”, uno de los temas pop más románticos del cancionero francés, debe considerársele entre las páginas relevantes de la canción popular europea. La pieza fue publicada en 1965 e inmediatamente vendió un millón de ejemplares y se convirtió en número uno en diversos países. Christophe falleció a los 74 años.

La química perfecta (nunca mejor dicho) entre el grupo The Pretty Things y el productor Norman Smith (que de asistente de George Martin fue ascendido a productor en los estudios Abbey Road), se puso de manifiesto ofreciendo lo mejor que el rock podía ofrecer, con Phil May como líder, guitarrista y compositor de ese grupo.

Entre los ofrecimientos culturales de tal dupla estuvieron el disco conceptual como soporte estético, el uso total de la herramienta psicodélica, la precisión y perfección técnica y sonora en el estudio (llegaron hasta el techo de lo que la tecnología permitía en esos momentos), lo pesado y lo etéreo, ejemplares pasajes del sitar, la batería y la guitarra, letras profundas y evocadoras, atmósferas sugerentes, manejo de voces, etcétera. El deceso de Phil May fue el 20 de mayo.

Jorge Santana (nacido en 1951, en Jalisco, México) fue guitarrista desde muy joven y su música transitó desde el blues, en su época estudiantil, hasta la salsa como colaborador del Fania All Stars. Una amplia paleta que lo situó por sí mismo en el ámbito musical estadounidense, independientemente de ser el hermano menor de Carlos.

Su instrumento (la Fender Stratocaster verde, que lo caracterizó) y el liderazgo del grupo Malo, durante la década de los setenta, quedaron inscritos en la historia desde su debut discográfico, gracias a la canción “Suavecito”. Un tema que con el paso del tiempo se llegó a significar como un himno oficioso de la cultura chicana. Jorge “Malo” Santana murió el 14 de mayo.

Entre las muchas causas para las cuales ha sido utilizado el rock, una de ellas se encuentra en los afanes pedagógicos, empapados de ludicidad, de algunos de sus intérpretes. Las ganas de trasmitir experiencias, grandes o pequeñas, sobre la vida y sus razones o sinrazones, siempre han estado ahí, y sería larga la lista para detallarla aquí.

No obstante, hay un tema que ha trascendido las generaciones y se ha instalado entre los “mandamientos” genéricos. “Treat Her Right”, esa canción de Roy Head que lo mismo ha sido interpretada por los Delaware Destroyers que por el mismísimo Bruce Springsteen. Una receta amorosa simple, sencilla y eficaz. Su autor falleció el 21septiembre, pero su consejo sigue ahí.

Ivan Kral (joven checo, refugiado en los Estados Unidos) entró a la universidad a estudiar Sociología y Literatura Angloamericana, y se involucró luego de unos cuantos años en la rompedora escena rockera neoyorquina de los años setenta, que culminó con el surgimiento del punk. Se convirtió en habitué del CBGB’s y a la postre en amigo y colaborador de la pionera del novel movimiento: Patti Smith.

Con ella, David Byrne y John Cale, entre otros —es decir, la inteligencia pura de los nuevos tiempos—, se embriagó de palabras, quizá la mejor y más bella forma de embriaguez. Se unió al Patti Smith Group como multiinstrumentista y compositor y de aquella unión surgieron temas clásicos como “Dancing Barefoot”. Kral falleció el 2 de febrero.

Spencer Davis fue un músico galés (nació en Swansea, en 1939), que adquirió renombre en la década de los sesenta. Pero, primeramente, fue un académico de alto nivel como políglota. Fungió como maestro universitario durante algún tiempo, pero le ganó a la postre su inclinación por la música que desde niño había practicado.

Este multiinstrumentista de las cuerdas (fallecido el 19 de octubre) tuvo influencia de diversos estilos (skiffle, jazz, blues, diexiland, folk y rhythm and blues). En sus andanzas dentro de estos campos formó alineaciones con Bill Wyman (luego de los Rolling Stones), con Christine Perfect (después con Fleetwood Mac) y con Steve Winwood, en su propio Spencer Davis Group. Núcleo del que surgió un tema que lo haría un clásico: “Keep on Running”. Spencer: ¡manténte así!

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