El rock de garage es una ciencia musical y sus constantes originales lo legitiman. Las que aportaron The Sonics se mantienen incólumes.
El rock de garage es una ciencia musical y sus constantes originales lo legitiman. Las que aportaron The Sonics se mantienen incólumes.
Los bardos siguen existiendo. Y algunos insisten en retratar y relatar historias, vivencias y leyendas para la comprensión del mundo.
El álbum de los Rolling Stones, Blue & Lonesome, es un manifiesto bluesero, una enorme sorpresa no sólo anecdótica, sino musical y cultural.
¿Cómo es posible que un gobierno en proceso de llevar a su población al abismo se adjudique derechos sobre el resto del mundo?: Frank Zappa.
El de 1967 fue el año en que el mundo se comunicó globalmente por primera vez vía satélite, y proclamó que todo lo que se necesita es amor.
Murakami, con el libro Tokio Blues, aprovecha la rememoranza que provoca una canción para asomarse a las grietas del espíritu humano joven.
Martin Scorsese centró en The Last Waltz todos los matices de las luces, sombras y movimientos de las leyendas convocadas a un baile final.
Parece un augur gitano, pero la calidad, o falta de ella, de la música que se escucha durante la época navideña repercute en nuestro entorno
Banksy posee las habilidades insoslayables del buen grafitero: la brevedad y el sentido del humor, además de la sencillez en el mensaje.
Hay discos que cargados con el aura que los cubre inmortalizan su contenido. Mientras, sus hacedores adquieren reconocimiento de genialidad.