619. MC5: La energía revolucionaria

Por Sergio Monsalvo C.

La ciudad de Detroit, en el estado de Michigan, está ubicada al norte de los Estados Unidos y colinda con la frontera con Canadá y la zona de los grandes lagos (Erie y Saint Clair). A dicha metrópoli se le conoce en lo coloquial como Motor City, por tener como actividad económica principal la construcción de automóviles.

En materia musical se ha distinguido por tres rubros: el sonido Motown, el proto punk de MC5 y el beat del techno dance, influido por el sonido alemán. Sin embargo, fueron los años sesenta el punto climático de su historia, ya que a la música se le ligó de manera estrecha con el contexto sociopolítico de la época. En ello tuvo mucho que ver la presencia de MC5.

En su origen este grupo se hizo llamar Motor City Five y fue fundado en 1964 por Rob Tyner en la voz, Wayne Kramer en el requinto, Fred “Sonic” Smith en la guitarra, Pat Burrows en el bajo y Bob Gasper en la batería. Todos ellos adolescentes nacidos en la ciudad; todos estudiantes de preparatoria que se dedicaban a tocar cóvers de pop para sus fiestas estudiantiles.

La situación cambió en 1965 cuando accedieron a la universidad del estado, localizada en Ann Arbor a 40 minutos al oeste de Detroit; cuando sustituyeron a Burrows y Gaspar por Michael Davis y Dennis Thompson en los instrumentos respectivos, y porque se encontraron en el campus con John Sinclair, poeta y activista político, quien a la postre se convertiría en su mánager y promotor.

En 1966 el grupo había dado a conocer su fusión de rock y rhythm and blues de alto octanaje con los nuevos integrantes, en un disco sencillo de 45 rpm producido por ellos mismos, que circuló de mano en mano y que contenía una versión del tema “I Can Only You Everything” de Van Morrison, que se erigiría en una pieza emblemática para los grupos de garage.

En su calidad de DJ de radio, Sinclair los escuchó y se dio cuenta del potencial que tenían. Los invitó a unirse a su recién fundado Partido de las Panteras Blancas, que buscaba la revolución a través de la expresión libertaria más extrema. Bajo el influjo del LSD, el jazz experimental de Pharoah Sanders y Sun Ra y las consignas políticas de Sinclair, el grupo ahora con el nombre de MC5 se transformaría en un tiempo muy corto en la antítesis de la inmovilista escena hippie.

En 1967, ya formaban parte de la comuna Trans Love Energies Organization de Sinclair, quien redactó un manifiesto para darlos a conocer: “MC5 apoya la revolución plenamente. No se han armado aún porque poseen recursos más fuertes: el acceso directo a millones de jóvenes a través del rock and roll, es uno; la fe en lo que estamos haciendo, el otro. Pero de hacer falta utilizarán los rifles. Harán lo que sea necesario ante la ausencia de ilusiones”.

De tal forma se concibió la controvertida imagen revolucionaria para el grupo, expresada con una hiperrealista vestimenta que portaba la bandera de la Unión Americana y vociferando slogans como: “Rock and roll, dope and fucking in the streets!” (¡Rock and roll, drogas y fornicar en las calles!”).

Estaban convencidos de que el rock unía a la gente y que podía ser usado para unirla aún más, ganando con ello poder político. “Casi todos los miembros de la contracultura estadounidense están relacionados con el rock and roll –sentenciaban–. Esto lo hace importante para nosotros. La música del rock trata sobre la rebelión”.

Tras la marcha masiva contra la guerra de Vietnam que se dio con motivo de la Convención Nacional Demócrata — convocada por la Youth International Party (The Yuppies) de Abbie Hoffman, en la que participaron muy activamente en conciertos y festivales y que terminó con la feroz represión gubernamental, con muertos, heridos y detenidos–, era muy improbable que alguna compañía disquera se interesara por ellos. No obstante, Elektra los contrató ese mismo 1968.

El resultado de dicha reunión fue el álbum Kick Out the Jams (1969), un compendio de música durísima, energética, sin transigencias y por demás nihilista, inserto en un clima dominado por el “flower power”. Esto creó por supuesto la polémica, incrementada por la versión que hicieron del tema de Nat King Cole “Ramblin’Rose” con la letra cambiada y por la composición de “Kick Out the Jams” en la que gritan el verso: “Right now it’s time to…Kick Out the Jams, Motherfuckers!”, con lo cual provocaron a los censores.

La pieza finalizó con explosiones de ruidos primarios y la deconstrucción apocalíptica al estilo de “Starship” de Sun Ra. Esto aunado a los encendidos apuntes de la funda, a cargo de Sinclair, y a los anuncios insultantes que publicaron en los periódicos musicales contra una tienda de discos que se negó a vender el álbum, hicieron que Elektra se deshiciera rápido de ellos.

Un mes después de esto, John Sinclair fue sentenciado a diez años de prisión por posesión de drogas. Los cargos lo ocultaban, pero en realidad era un preso político. En el auditorio El Grande, de Detroit, los MC5 organizaron dos conciertos, junto a los Stooges, con el objeto de reunir fondos para la fianza de Sinclair.

Al ser rechazado este derecho por parte de la Corte y ante el poco apoyo de los otros partidos radicales, el grupo, desilusionado del fervor político, pero aún comprometido con la fuerza revolucionaria del rock, aceptó firmar con Atlantic y grabó Back in the USA (1970), producido por Jon Landau. El sonido áspero y lleno de energía del disco le ganó mucha fama a MC5, pero vendió poco, al igual que el siguiente High Time (1971), luego de lo cual optaron por desintegrarse.

Cada uno de los miembros se dedicó a diversas cosas. Dennis Thompson fue hospitalizado a causa de una sobredosis y desapareció del mapa (hasta que volvió a integrarse a la escena con The New Order y otros grupos a la postre, y en una reunión con exmiembros de MC5 entre el 2003 y el 2012); Michael Davis, fue a prisión por tráfico de drogas, al salir colaboró con Ron Ashton, ex Stooges, y con el grupo Destroy All Monsters, sin mayor trascendencia (trabajó en un proyecto educativo hasta su muerte en el 2012, a los 68 años); Rob Tyner trabajó como compositor, letrista y fotógrafo hasta su muerte por ataque cardiaco en 1991; Fred “Sonic” Smith fundó la Sonic Rendes-Vous Band, se casó en 1980 con la poeta y cantante punk Patti Smith, con la que realizó varios proyectos como letrista y acompañante hasta que falleció también a causa del corazón en 1994.

Wayne Kramer hizo el intento de seguir en la música como protagonista, pero no lo consiguió ni con Johnny Thunders, Ted Nugent o Was (Not Was). Se volvió heroinómano y para financiar su propia adicción vendía coca hasta que lo arrestaron y pasó algunos años en prisión. Al salir grabó un álbum como solista, The Hard Stuff, y luego se unió a Sinclair, quien ya en libertad se dedicó a impartir clases como historiador del blues y del jazz; a realizar performances y lecturas de poesía; a tocar en el Contemporary Jazz Quintet, a organizar conciertos y festivales de música y grabar esporádicamente.

En los años ochenta se reeditaron los álbumes de MC5, incluyendo las grabaciones de archivo que conformaron el Babes in Arms (1983). Se acentuó así su importancia como representante de una corriente política de música underground que preludió a los punks de la década siguiente, quienes los convirtieron en sus héroes; dieron nueva vida a la tradición de las bandas de garage e inspiraron a los grupos de hard rock (los sobrevivientes anunciaron la publicación de un nuevo álbum próximamente). Es decir, que con el tiempo se han convertido en objeto de culto. En la actualidad en muchas paredes se puede leer el graffiti: E = MC5.

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