511. Mis rockeros muertos (2020)

Por Sergio Monsalvo C.

El calamitoso año 2020 comenzó mal para el mundo en general y los siguientes doce meses arrastraron las circunstancias, a las que no se les ve fin próximo. La pandemia global del Coronavirus arrasó con cientos de miles de personas. Dentro del rock, no precisamente por esta epidemia, se llevó en primera instancia a Neil Ellwood Peart, el legendario baterista y letrista de Rush, del icónico grupo canadiense de rock progresivo. Murió el 7 de enero a los 67 años en Santa Mónica, California.

Peart fue (es) reconocido como uno de los más grandes bateristas de la historia del rock. Anteriormente, y a causa de los dolores crónicos de una tendinitis, el músico anunció en el 2015 que se retiraba de la formación de Rush, el power trio que en 2013 fuera incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll y que sellaría su historia de medio siglo. Los solos de batería de Neil son recordados como legendarios. Él había crecido en una localidad de Ontario (Hamilton, donde nació el 12 de septiembre de 1952).

Otro que partió en este primer trimestre, por enfermedad, fue Genesis P- Orridge, quien tuvo varias encarnaciones. Para comenzar como Neil Andrew Megson (un tipo nacido en Manchester, en 1950). Luego trasmutó a  Genesis P- Orridge, en 1965. Finalmente, en 1993 convirtió su enlace con la enfermera y artista Jacqueline Breyer en un experimento pandrógino que diluyó la individualidad de ambos en un híbrido: Breyer P-Orridge. Una vida que se apagó, a causa de la leucemia, el 14 de marzo. Genesis P-Orridge tenía 70 años.

Su carrera artística arrancó con el colectivo COUM Transmissions (1969-1976), cuyas performances artísticas y musicales materializaron sus primeros intereses: Tristan Tzara, el beatnik, los asesinatos rituales, el porno y la magia. Aquello devino en la que se considera la banda seminal del sonido industrial: Throbbing Gristle (1976- 1981), grupo que aquilataba las punzantes ideas de P-Orridge con el método cut up o edición aleatoria de William Burroughs y Brion Gyson. Psychic TV (1982) fue su último grupo y su gran manifiesto artístico.

Gabi Delgado, a su vez, nació en Córdoba, España, el 18 de abril de 1958, pero se trasladó con ocho años a Alemania y creció ahí. En los años setenta vivió la escena punk alemana hasta que a finales de esa década formó en Düsseldorf el grupo D.A.F., acrónimo de Deutsch Amerikanische Freundschaft, algo así como “La amistad entre alemanes y americanos”.

Integrado en un principio por cinco músicos, finalmente se quedó en dúo: Gabi Delgado a la voz y Robert Görl en el aspecto musical. D.A.F. influyó en la escena europea del electropunk y tuvo un éxito medio en Alemania. En los años ochenta se disolvieron y habían ido reapareciendo con cierta regularidad hasta la actualidad y tal incidencia acabó con la muerte de Gabi el 22 de marzo del 2020.

Por su parte, el músico estadounidense Alan Merrill, miembro de la banda The Arrows y autor del éxito I Love Rock ‘n’ Roll, famoso por la versión hecha por Joan Jett & the Blackhearts, falleció el 29 de marzo a los 69 años por complicaciones derivadas del coronavirus, según anunció su familia a través de las redes sociales. Merrill, nacido en el Bronx neoyorquino el 19 de febrero de 1951, fundó la banda The Arrows en Londres en 1974.

En 1975 publicaron su exitoso sencillo I Love Rock ‘n’ Roll, inicialmente concebido como un Lado B. Instalada también en el Reino Unido en aquella época, la cantante estadounidense Joan Jett lo catapultó a la fama internacional con su versión de 1982. Músico, compositor y vocalista, Merrill trabajó también como modelo y actor. Antes de instalarse en el Reino Unido a mediados de los setenta, pasó una temporada en Japón, donde comenzó su carrera con el grupo The Lead y después trabajó como solista. Merrill volvió a su Nueva York natal en los años ochenta. En el 2019 publicó su última canción: Your Love Song.

Bill Withers, cantante y compositor de soul, murió el 30 de marzo en Los Ángeles. Tenía de 81 años. Durante tres lustros (de 1971 a 1985) tuvo éxitos musicales ininterrumpidos. Desde su debut discográfico hasta el anuncio de su retiro de la escena.

Nacido en 1938 (4 de julio), William Harrison Withers pasaba de la treintena  cuando publicó su primer disco, Just as I Am. Su biografía es tan amplia como intensa: sufrida niñez, orfandad, pobreza, milicia marina…Abandonada esta última laboró en la industria aeronáutica, a la par de un nada exitoso inicio en las lides musicales.

Eso cambió cuando firmó con el sello Sussex, donde grabó su álbum debut discográfico, producido por Booker T. Jones, a pesar de la tardanza en su lanzamiento. Sopesaba entonces regresar a su trabajo fabril, cuando de aquel disco saltó al aire radiofónico la que sería su canción representativa y a la postre un tema clásico: Aint’t No Sunshine.

A partir de ahí la cadena no se interrumpió: “Grandma’s Hands”, “Lean On Me”, “Use Me”, Lovely Day”, “Just The Two Of Us”…, aunque tuviera encontronazos con los ejecutivos de las compañías discográficas a las que perteneció (de Sussex a Columbia Records y Elektra) por su tendencia a las imposiciones.

Tipo duro y de carácter fuerte e inteligente mantuvo para sí los derechos de su obra, acción que a mediados de los ochenta le permitió mandar al diablo a todos los que querían interferir en la confección de sus canciones, y retirarse de la escena musical gracias a las regalías de los mismos debidas a los soundtracks de las películas, a las versiones y al sampleo contemporáneo.

Withers fue un fino compositor que dejó un gran legado.

Otros que se fueron: Andy Gill (Gang of Four, 1 de febrero), Andrew Weatherall (productor de Primal Scream y músico, 17 de febrero) y el gran Manu Dibango (29 de marzo), saxofonista y músico camerunés creador de los sonidos africanos del makossa y el afro-beat, que llegaron al rock y al pop para enriquecerlos.

Asimismo cayeron en el camino: Adam L Schlesinger (Fever High), Hal Willner, el gran productor y creador de tributos históricos, Christophe (creador francés de “Aline”), Toni Allen, otro precursor de afrobeat, Florian Schnider (de Kraftwerk), Little Richard (uno de los pilares de ébano del rock and roll), Phil May (de los Pretty Things), Jorge Santana (hermano de Carlos y fundador del grupo Malo), Millie Small (la cantante jamaicana de “My Boy Lollipop”), Astrid Kirchherr (fotógrafa y estilista alemana de los primero Beatles, cuyo papel histórico está reflejado en la película Back Beat)

A todos ellos: gracias.

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