598. Beatles: For dummies (III)

Por Sergio Monsalvo C.

Entre las cosas novedosas que acompañaron la música de los Beatles a mitad de la década de los sesenta estuvo el diseño de las portadas, a las que por primera vez dentro del rock, a partir de Help! (un inicial intento, discreto, que luego culminaría en Rubber Soul), se les puso atención y se tomaron como parte del contenido y de la estética de cualquier grupo.

Las portadas de los LPs, desde el Cuarteto de Liverpool, se elevaron a la calidad de arte dentro del diseño (el concepto, la fotografía, la tipografía, la composición de la imagen, su proyección, la inclusión de las letras en las fundas, las portadas dobles, contaron a partir de ahí).

La portada del álbum presentaba al grupo con los brazos extendidos para deletrear una palabra en el alfabeto semáforo. El fotógrafo de la misma, Robert Freeman, dijo lo siguiente al respecto: “Tuve la idea de representar a través de tal alfabeto la palabra ‘HELP’. Pero a la hora de tomar la foto, el arreglo de la posición de los brazos con esas letras no acababa de quedar bien. Así que decidimos improvisar y terminamos con la mejor posición gráfica de los brazos que se nos ocurrió”. Una idea consensuada para el concepto del álbum, algo insólito en la industria discográfica hasta entonces.

(El alfabeto semáforo es un sistema de comunicación en el que se utiliza la posición de los brazos para representar cada letra del alfabeto. Está incluido en el código internacional de señales de la Organización Marítima Internacional.)

Lo mismo sucedió con las formas de hacer cine, que con ellos dicha alternativa para la imagen cobró tintes distintos y propositivos. En cuanto a sus películas, sobre todo A Hard Day’s Night (ya comentada), Help!, Magical Mytery Tour y Yellow Submarine, definieron cinematográficamente la estética pop. Misma que se repite hoy en día cuando algún director quiere evocar la época o marcar su influencia (los ejemplos sobran).

Cuando apareció Help! el disco, en 1965, con el contenido musical de la película, La Beatleamenía ya gozaba del mismo respaldo espectacular en ambas orillas del Atlántico. Este álbum, que llegó a lo más alto de las listas estadounidenses, es la banda sonora de la película, y al menos tan interesante como la de la anterior,  A Hard Day’s Night.

Estamos ante una obra ejemplar, donde ya no hay tanto pop beat, a pesar del golpe grandioso de éste en la canciónHelp” que abre el disco, en cambio hay más folk-rock, rockabilly, rock barroco, country and western y composiciones en clave intimista, entre las que destaca sobremanera “Yesterday”, quizá la canción beatle más versionada de todos los tiempos, y para muchos críticos y músicos la mejor balada de la historia del pop.

Help! es el quinto álbum de estudio de los Beatles, igualmente producido por George Martin. En él se muestra la maduración que adquiría constantemente la música del grupo, con un eclecticismo que iba más allá de los límites de la música pop del momento. Contenía arreglos para guitarra, cuartetos de cuerda, la interpretación en la voz de manera protagónica en canciones diferentes de cada uno de los miembros del cuarteto, así como el uso de la flauta clásica, entre varias de sus aportaciones estilísticas dentro del género. Como dije, una obra ejemplar.

Rubber Soul fue, a su vez, “el primer álbum en presentar unos nuevos Beatles al mundo”, como se sabría con el tiempo. El productor George Martin concibió por entonces una nueva tesis, en la que se aplicaron los de Liverpool al cien por ciento, y que revolucionó el mundo de la experimentación en la cultura y en la música del rock.

El título del álbum lo aportó Paul McCartney después de oír la expresión “plastic soul” en voz de un cantante negro de blues, en referencia a una manera muy poco auténtica de interpretar el género. Lennon confirmó luego este hecho en una entrevista, y se extendió sobre el significado: “Era solo un juego de palabras, una metáfora irónica sobre la elástica alma inglesa

Este disco estuvo pensado para ser lanzado al final de 1965, con el objeto de  cubrir la cuota del “mercado navideño”, pero el compromiso de grupo y productor y el resultado estuvieron muy lejos de tomarlo como un trabajo consabido o de cajón. Los caminos de la exploración ya estaban abiertos y no había vuelta atrás.

Los Fab Four se lanzaron a investigar sus inquietudes musicales y líricas más allá de todo lo hecho anteriormente. Las canciones de amor ya no fueron un sencillo lamento o un festejo. Ahora, contenían más recovecos y guardaban caminos más complejos y evocadores. El album se constituyó con piezas magistrales como “In My Life”, “The Word”, “Michelle”, “Nowhere Man”, “Drive My Car” o “Norwegian Wood”.

Todas ellas influyentes tanto en la música como en distintos campos del arte, de la cinematografía a la literatura, de la poesía a la narrativa. En la música, el jazz, la música clásica, la balada pop o el reggae, han recurrido a ellas para manifestar su admiración por el trabajo y las composiciones del grupo.

“In My Life”, el tema más representativo del álbum, representa la excepción a todo lo compuesto por Lennon hasta entonces, por ejemplo. Fue la incursión de John en sus experiencias existenciales, en la retrospectiva sobre su propia vida, sobre sus valores y pérdidas, una reflexiva entrada de la adolescencia a la adultez, sin edulcoramientos ni máscaras. La vida a flor de piel.

Acompañando tamaña épica lírica estuvo el célebre puente instrumental, obra de George Martin, una indiscutible aportación de alta artesanía. Martin grabó en el piano una melodía de claro ascendiente barroco. El tempo de la canción era demasiado exigente, así que el productor decidió registrarlo con el magnetófono a la mitad de velocidad y luego lo reprodujo normalmente, consiguiendo ese inmortal efecto de clavicordio.

Irreprochable en el aspecto melódico, instrumental y sencillez lírica la canción fue incluida en la cara B del disco, y de inmediato se significó como una de las mejores composiciones del rico lote de opus magnas de los Beatles.

Y así como ésta, el resto de las piezas tienen su propia y gran historia como en el caso de “Norwegian Wood (this bird had flown)” o “Nowhere Man”, que al igual que la primera citada, vino a confirmar el imparable crecimiento artístico del cuarteto y su definitivo abandono de cualquier encorsetamiento

Ante todo ello, sólo faltaba el remate: la portada, una que representara todo aquello y de una manera distinta. Una que fijara el estilo de manera gráfica. Tal era el reto para su fotógrafo de cabecera hasta esa época: Robert Freeman.

Para Rubber Soul, Freeman había tomado algunas fotos del grupo en contrapicada en los alrededores de la casa de Lennon en Weybridge. Después, se las enseñó a éstos proyectadas en una gran cartulina, para simular cómo quedarían en la cubierta del álbum. Por efectos del calor, parte de la cartulina se dobló hacia atrás, lo cual hizo que la imagen se deformara alargándose. Los Beatles se entusiasmaron por el efecto causado y le pidieron a Freeman que la reprodujera así.

A su vez, la tipografía inconfundible del título de la portada fue diseñada en Londres por el director artístico Charles Front, éste se inspiró en el significado del título, Rubber Soul, e imaginó unas letras hinchables, en forma de un globo el que conforme se infla adquiere otra dimensión. Las dibujó a mano y plasmó en la esquina superior izquierda de la foto.

La tipografía diseñada por Front fue muy imitada por la prensa underground y por otros artistas en tiempos subsecuentes. Las letras tipográficas, como se vio desde ese momento, no sólo servirían para transmitir información, sino también conocimientos y sensaciones. Efectivamente, todo cambió a partir de Rubber Soul.

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