TOSCA
O LA ILUSIÓN SONORA
Por SERGIO MONSALVO C.
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La complejidad del mundo electrónico es uno de los signos de nuestro tiempo. En ella está ensamblado el paisaje sonoro de la fragmentación con el que se construye nuestra realidad global en la actualidad. Esta sonoridad no describe un estilo musical sino un contenido, un valor auditivo. Y en ella no hay fundamentos estables ni directrices que acompañen al escucha a lo largo de un camino único.
Sabedores de todo ello buscamos nuestra definición en las voces y en los lenguajes múltiples de un mundo musical que en su conjunto es más abierto, más posible y al mismo tiempo más intrincado en su definición: hipermoderno. La música provee la posibilidad de advertir la existencia de una heterogeneidad ahora irreductible.
En la última década del siglo XX apareció en el agonizante panorama posmoderno el dúo austriaco de música electrónica Kruder & Dorfmeister. Al principio se llegó a considerar parte del trip hop, pero una vez asentados los polvos de su sensacional irrupción escénica se le anotó en cambio como el precursor más importante del Downtempo.
Ambos creadores se juntaron en 1993 en Viena (la capital de la música europea por antonomasia a partir del siglo XVIII), y desde entonces han ido ganándose una reputación envidiable. Hoy por hoy son los remezcladores más reconocidos en el mundo de la electrónica.
Tras el éxito de su disco debut (G-Stoned EP) decidieron conservar la libertad artística en todos los sentidos y crearon su propio sello discográfico G-Stoned Recordings, en donde han grabado su trabajo (Conversions, DJ-Kicks y The K & D Sessions, entre lo más sobresaliente) y hecho remezclas para otros artistas como Madonna, Depeche Mode o Roni Size. A estas actividades le agregaron una tercera: la obra como solistas. Kruder con el proyecto de la Peace Orchestra y Dorfmeister con el de Tosca.
Tosca es el resultado de la colaboración de otro dúo austriaco de altos vuelos donde el socio de Dorfmeister, en este caso, se llama Rupert Huber. Otro de los protagonistas importantes y más conocidos de la muy fértil escena vienesa. Ambos se conocieron en la escuela de arte. Al mostrar el mismo entusiasmo por la música decidieron fundar el grupo Dehli 9(futuro nombre de uno de sus discos), en el que experimentaban con teclados, influencias indias y letras poéticas.
Al finalizar su periodo escolar, siguieron caminos distintos. Hubertrabajó en la escena música experimental, mientras que Dorfmeister se unió a Peter Krudercon el que, como ya dije, obtiene un enorme éxito y prestigio. En 1994 retoman su colaboración. Crean Tosca, nombre bajo el que editan los singles “Chocolate Elvis” y “Fuck Dub”. Ambos tiene una buena acogida crítica y comercial, por lo que la edición de un LP se impone como el camino a seguir: Opera.
De este primer disco de larga duración se editan dos álbumes con remezclas, (estrategia que siguen desde entonces con cada álbum nuevo): Fuck Dub Remix Collection y Chocolate Elvis Dubs (con versiones de aquellos temas con reinterpretaciones a cargo de grupos y artistas afines como Beanfield, Shantel, Baby Mammoth o Rockers Hifi, entre otros.
La música que presenta Tosca está compuesta de un trip-hop y de un downtempo dub relajantes, nostálgicos y sensuales. Su fama no sorprende ya que su sobresaliente intuición les permite crear grooves lentos y perfectos y melodías mágicas, etéreas y gaseosas, colocándose a la vanguardia de su género.
Ofrecen sonoridades de carácter ambiental, con unas mezclas muy cuidadas y producciones magistrales que han convertido el “Viena Sound” austriaco, del que son piedra angular, en uno de los referentes mundiales.
La discografía de Tosca comienza a crecer en número y en calidad: Suzuki (del 2000, álbum dedicado al maestro Zen del mismo apellido con la secuela In Dub), Delhi 9 (un doble CD editado en el 2003. En el segundo se escuchan las remezclas de Dorfmeister apiezas para piano compuestas años antes por Huber), J.A.C. (del 2005, con marcados acentos en el jazz y el funk), Souvenirs (del 2006, álbum de remixes de los temas de J.A.C.), No Hassle (del 2009, quinto álbum de estudio que se completa con las remezclas Pony No Hassle Versions) y el más reciente: Odeon (del 2013, grabado en el famoso recinto de la capital austriaca).
Este último, es su trabajo más oscuro de todos los publicados hasta la fecha. Oscuro y mucho más cercano al ambient, pero igual de sensual y evocador.
Cuenta con la participación de invitados de lujo como los cantantes Terry Callier (recientemente fallecido), JJ Jones, Sarah Carlier, Rodney Hunter, Chris Eckman, Lucas Santtana, Stephan Wildner y Roland Neuwirth “Solo hemos utilizado cantantes con un tono cercano al blues”, ha dicho el dúo.
Su sonido se caracteriza, una vez más por su atmósfera distendida, a la que le agregan variadas dimensiones y ritmos como el trip hop, el uso sensible de la técnica dub, así como la sutileza del ambient (un collage de música de alta calidad con beats escondidos). Es, pues, el epítome de un proyecto con dos décadas ya de duración.
En la consecuente colección de remezclas de Odeon (que aparece en una versión Deluxe, envuelta en un estuche especial con material audiovisual y gráfico exclusivo) no se desvirtúa para nada el contenido del trabajo original, es más, se acentúan muchos de sus atractivos.
Los remezcladores proceden de distintos ámbitos de la música electrónica, de los más groove a lo más espectral, destacando la labor realizada por Makossa & Megablast, Rodney Hunter, Madrid de los Austrias, Rainer Trüby, Silver City o AGF, alter ego de la alemana Antye Greie, pareja de Vladislav Delay. Del house al downtempo, pasando por el electro, el afro-acid, el nu jazz o el más inquietante techno-dub.
Trip hop y downbeat son palabras que suenan bien y que además evocan instantáneamente lo que describen: una espaciosa y laxa forma de hip hop que suele ser abstracta, con énfasis en una hábil fusión de beats deambulantes, bajos ampulosos y toda esa clase de sonidos que se encuentran en el house.
Secuencias de jazz y texturas de tono ambientalista: impresionismo, esteticismo y cinemática. Sus tres principios en profunda concentración.Tosca encontró el equilibrio necesario en ello para explorar las posibilidades emocionales de la electrónica.