750. Vince Taylor (Acelerar el Cadillac)

Por Sergio Monsalvo C.

Como “Animal del Rock” se le conoce al cantante solista o miembros de una banda del género que se presentan en la actuación de manera intensa, salvaje (sin domesticar, en ciertos casos), portando consigo los dos emblemas rockeros por antonomasia: instinto y actitud, llevados al paroxismo de manera espectacular y majestuosa.

Ambas cosas se fundirán en el escenario para crear una manifestación arrogante y contundente (a veces errática, por su naturaleza); en circunstancias emocionantes junto a músicos pretorianos que emitirán sonidos sensacionales, poderosos, duros, hipnóticos, que dejarán estupefacto al público por el lapso fugaz que dure el concierto y, a la postre, en la memoria por muchos, muchos años (personajes de ello se inscriben en un gran listado de Elvis Presley a Jim Morrison, de  Lou Reed a Janis Joplin, de Kurt Cobain a Trent Reznor, entre otros).

Sobre esa esencia habla la canción “Hey Hey, My My (Out of the Blue)” de Neil Young, por ejemplo.

Hey hey, my my
Rock and roll can never die
There’s more to the picture
Than meets the eye
Hey hey, my my

Out of the blue and into the black
You pay for this, and they give you that
Once you’re gone, you can’t come back
When you’re out of the blue
And into the black

The king is gone but he’s not forgotten
Is this the tale of Johnny Rotten?
It’s better to burn out than to fade away
The king is gone but he’s not forgotten

Hey hey, my my
Rock and roll can never die
There’s more to the picture
Than meets the eye
Hey hey, my my

En ella lo que quiso decir Young es que el espíritu del rock and roll no es de sobrevivencia –aunque desde luego, quienes lo interpretan deben sobrevivir como personas al igual que su legado–. Para el músico, la esencia de dicho espíritu radica en que es mejor arder (como un fulgor deslumbrante del momento), que consumirse lentamente hacia el infinito o la nada (“It’s better to burn out than to fade away”).

El género no busca ir pausadamente hacia el infinito. El rock and roll existe aquí y ahora, es lo que sucede en este instante. No hay disyuntiva posible y menos la de mantener una luz tenue esperando el mañana. Eso es lo que cada uno de sus intérpretes debe responder a la hora de actuar.

En este caso, el personaje del que hablaré ardió hasta consumirse, inmerso en ello. En el ínterin, alternó con Johnny Kidd & The Pirates, los Rolling Stones, Johnny Hallyday, fue evocado por Van Morrison, influyó a David Bowie, fue citado por The Clash y le sirvió de arma a Adam Ant.

Es decir, su estela pasó por el rock and roll, el rock de garage, el rock clásico, el soul blanco, el punk y la New wave, entre otras corrientes. Tipo semejante respondía al nombre de Vince Taylor.

Vince Taylor, cuyo verdadero nombre era Brian Maurice Holden, nació en Londres en 1939. Su infancia transcurrió en la localidad de Isleworth, Inglaterra. Cuando cumplió los 7 años, su familia emigró a la Unión Americana y se estableció en New Jersey, donde su padre encontró trabajo.

A mediados de la década de los cincuenta, su hermana Sheila se casó con Joe Barbera, cofundador de los estudios  Hanna-Barbera y la familia se mudó de nueva cuenta a California, donde Taylor asistió a la preparatoria en Hollywood. Al mismo tiempo, tomó clases de vuelo y obtuvo la licencia de piloto.

A los 18 años descubrió el rock. Influenciado por la música de Gene Vincent y Elvis Presley, Taylor comenzó a cantar en bandas amateurs. Su cuñado Joe Barbera se convirtió en su representante y le pidió que lo acompañara en un viaje de negocios a Londres.

Ahí conoció al baterista Tony Meehan (posteriormente integrante de The Shadows), al guitarrista Joe Moretti y al bajista Tex Makins. Juntos formaron al grupo The Playboys. La lectura de una frase en latín (In hoc signo vinces), contenida en una envoltura de cigarrillos, lo motivó a cambiar su nombre por el Vince Taylor.

En 1959 alcanzaron el éxito con Brand new Cadillac. Taylor se hizo famoso también en Francia y otros lugares en Europa, donde tocó, acompañó y fue telonero de grupos importantes.

Sin embargo, comenzó el tobogán de su carrera, en un sube y baja de éxitos y fracasos, de presentaciones impresionantes y patéticas, de peleas dentro y fuera del escenario con los miembros de la banda (por la que desfilaron infinidad de músicos), de cambios de compañías discográficas y de nombre del grupo, víctima de los excesos, de sus admiradores, del alcohol y de las drogas.

De esta manera su estrella, que había fulgurado en los comienzos, decayó y este rockero carismático (vestido de cuero negro) pronto fue relegado por el público (sin embargo, su influencia permaneció a través del tiempo, desde David Bowie hasta Syd Vicious). Luego de constantes entradas y salidas de la desintoxicación se fue a vivir a Suiza en 1983.

Ahí, uno de los rockeros británicos más prometedores, falleció el martes 28 de agosto de 1991 en Lutry, cerca de Lausanne, a los 52 años de edad. El Ayuntamiento de Lutry, que anunció su muerte, afirmó solamente que la causa había sido una «larga enfermedad». Trabajaba como mecánico de aviación y vivía completamente alejado de la escena musical.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.