Por Sergio Monsalvo C.


1970 / I

Un par de años atrás (1968), John Michael «Ozzy» Osbourne, Terry «Geezer» Butler, Tony Iommy y Bill Ward (todos con 20 años de edad, originarios de Birmingham, Inglaterra, y obreros con diferentes oficios) decidieron unir esfuerzos y formar el grupo Polka Tulk Blues Band Earth.

Antaño los dos primeros, cantante y bajista respectivamente, habían integrado una banda de blues rock de nombre Rare Breed.  Los otros, guitarra y batería, lo habían hecho con Mythology.

El sonido de Earth rápidamente emprendió el camino hacia el rock duro (pionero del heavy metal), inspirado en Cream y Led Zeppelin. Comenzaron a ser conocidos en su localidad pero el nombre del grupo no terminaba de convencerlos. Cambiaron al de Black Sabbath a sugerencia de Butler, nombre que iba más con el volumen y la presencia siniestra del grupo.

La fuerza de convicción expresada en su música pronto rindió frutos y fueron contratados por Vertigo Records en Inglaterra y por Warner Bros. en los Estados Unidos. El sencillo «Evil Woman, Don’t You Play Games With Me», así como el disco homónimo, Black Sabbath, aparecieron en un buen momento, febrero de 1970, y ambos tuvieron éxito. Ese L.P., grabado rápidamente y con un costo de 600 libras, forjó la imagen del grupo.

PORTADA

“Nunca se habló oficialmente de grabar un disco”, ha recordado Osbourne en su biografía Confieso que he bebido. “Pasamos por un estudio, colocamos los micros y tocamos. Cuando acabamos estuvimos un par de horas doblando las guitarras, las voces y se acabó. Llegamos al bar a tiempo de pedir la última”. En no más de doce horas estos cuatro tipos de Birminghan habían grabado uno de los discos icónicos del heavy metal.

Su inquietante portada con una mujer de aspecto enfermizo y un molino de agua del siglo XV les hizo ganarse la fama de satánicos. Lo curioso es que ellos no participaron en el diseño del disco.

El grupo fue calificado casi al instante como una banda satánica. Durante la gira de promoción confesaron estar fascinados por la maldad del hombre y por el diablo, aunque jamás adoptaron una actitud didáctica. Ser considerados como tales les confirió un misterio oscuro y atrayente que pronto se transformó en discos de oro.

PORTADA

En su segunda obra el grupo profundizó en la temática melancólica. Paranoid, grabado en seis días y publicado a finales de año, llegó pronto a los primeros lugares de las listas y un crítico acuñó el término «downer rock» para describir su ritmo pesado y su visión generalmente sombría.

El título del álbum iba a ser War Pigs, pero al final se cambió por Paranoid, una canción escrita en cinco minutos casi al final de la grabación, por consejo de los ejecutivos de su discográfica. Lo grabaron sólo cinco meses después de su debut y fue el disco que les los llevó a alcanzar el éxito y el dinero por primera vez.

Iommy dijo al respecto: «Si causamos una impresión sombría y malvada es porque así nos sentimos». Ward, por su parte, opinaba que la mayoría de la gente sufría lo que él llamaba «una depresión permanente» y que Black Sabbath simplemente la expresaba para esa mayoría.

La apariencia del grupo correspondía a todo ello: Ozzy, cubierto de tatuajes; Ward, con su barba rasputinesca; Butler, con su enervante y astuta sonrisa; e Iommy, misterioso y distinguido con sus afilados rasgos. Todos llevaban las grandes cruces invertidas de acero que hiciera el padre de Osbourne para ellos  con el fin de alejar a los malos espíritus.

PORTADA

El disco Led Zeppelin III fue el más duramente criticado en la carrera del grupo tras su publicación (octubre de ese año). Sin embargo, la historia musical y del género lo ha situado, al igual que algunos de sus temas, como un verdadero clásico.

A rebufo de comenzar con el potente estilo que los había caracterizado con “Immigrant Song” (primer single lanzado) o el trepidante ritmo folk de “Celebration Day”, este tercer disco rompía con su línea ya marcada en los exitosísimos álbumes anteriores: Led Zeppelin y Led Zeppelin II.

Y lo hicieron desde la tranquila y melódica “Tangerine”, hasta ese homenaje a sus orígenes en el blues que se ha convertido a través de los años en uno de sus grandes temas referenciales: «Since I’ve Been Loving You», donde Jimmy Page hizo despuntar su genialidad técnica y compositiva.

GRUPO

Deep Purple junto con Led Zeppelin y Black Sabbath, iniciaron tres caminos para la música: el hard rock, el heavy blues y el heavy metal. Se comprobó con éstos que, efectivamente, el mundo había comenzado a girar más rápido.

Arribaron al planeta ritmos más potentes y agresivos, producto del uso de las guitarras distorsionadas, las baterías de doble pedal y bajos más pronunciados. Surgieron en la Gran Bretaña con esos tres tótems del rock, quienes delimitaron las bases de los nuevos subgéneros.

Deep Purple, desde su binomio debut en 1968 con Shades of Deep Purple y The Book of Taliesyn, así como su tercer disco de título homónimo, puso énfasis en la creación de una obra fundamentada en las escalas y arreglos del blues (debida a la influencia del blues rock británico), en el rock psicodélico (vía Hendrix en su amplificación y puente entre la diáspora afroamericana y los rockeros del Viejo Continente, que buscaban la dureza del sonido) y en la música clásica (de la que eran egresados).

PORTADA

Con In Rock, su cuarto álbúm, continuaron así para ellos una historia sin fin como banda de Moebius. Con algunos de sus miembros surgidos de la academia, dirigieron la búsqueda de la dureza con el uso de patrones musicales más sofisticados, los cuales permitieron revestir las fugas del instinto y el espíritu de los tiempos con tonalidades mayores y usos maestros de las menores.

Echaron mano de la escala pentatónica y los acordes de quintas los sustituyeron por acordes tradicionales. Las progresiones de dichos acordes las asociaron a los grados 1-4-5 de la escala, al igual que la fuente primigenia: el rock & roll. La batería pugnó por alcanzar el rango de 100-150 golpes por minuto, con una media habitual de 120.

Introdujeron el órgano Hammond como instrumento del rock (vinculado a la música clásica, al unísono de Emerson Lake & Palmer). Y resaltaron el protagonismo de la guitarra en las canciones, con solos tan importantes como el riff y el manejo de la voz. Toda una escuela.

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